Un deseo y una llamada (2a parte) por Ashley.

- ¡Ash mira! Es una estrella fugaz, pide un deseo. Me levanté de la silla y me asomé por la barandilla del jardín junto a ella. Cerré los ojos y apreté los puños. “Deseo tener otra vida”, dije. Mi vida no me gustaba para nada, lo único bueno que había ella era Vanessa y quizás mi perro y mi abuela, nada más. Vanessa deseó que aquel chico que conoció en la playa le llamara. - No sé para qué he pedido un deseo, nunca funcionan.-le dije a Vanessa.- Nessa, ¿¡me estás escuchando!? -la miré estaba con el móvil en la mano mirándolo fijamente. - Es él…-dijo.- ¡me está llamando!-lo cogió y se metió en el comedor para hablar con él. Me volví a asomar y miré hacia el horizonte. “Que le llame es simple casualidad”, pensé. Yo no era una chica bastante optimista des de la muerte de mi madre. Vivía con mi abuela, ya que mi padre nunca estaba en casa. Siempre estaba de viajes de negocios. Mi abuela ya es bastante mayor y aunque me da pena pensarlo, algún día tendré que sufrir su muerte. Supongo que mi padre me mandará a un internado de niñas ricas con uniforme. Noté que una lágrima corría por mi mejilla rosada. Me la sequé con la manga de la camisa y me metí dentro de casa. Vanessa era muy buena amiga, o al menos conmigo. Nos conocíamos des de bien chiquititas, con 4 o 5 años. - ¡Adivina!-dijo Vanessa con el teléfono junto al pecho. - ¿Te ha dicho que no quiere saber nada más de ti? ¡Porque eso no me extrañaría nada!-dije riéndome.- ¡Es broma!-dije al ver que su sonrisa desvanecía. - ¡Muy graciosa!-dijo irónicamente.- ¡Me ha dicho de quedar!-me gritó mientras saltaba. - ¡Vale, vale! Pero no me chilles.-dije. - ¡Qué humos! - ¡Es broma, tonta! Estoy muy contenta.-dije.- ¿Y cuando habéis quedado? - Mañana, después de clase. - ¡Genial!-dije.- ¡Yo te arreglaré!